martes, 16 de febrero de 2010

All Blues 1 - Ed. Urano 4

El resumen:
"Era de noche y sin embargo llovía...": el peor comienzo de novela de la historia, tal y como suele recordarnos Quim Monzó cada tres o cuatro años en alguna de sus columnas, nos permite lanzarnos a hablar del partido en que All Blues certificó su descenso (no matemático pero ya prácticamente inevitable). Era de noche. Llovía. Hacía un frío digno del planeta Hoth y frente a nosotros se encontraba un equipo cuya rudeza resultó en efecto comparable a la de una manada de wampas tras un mes a dieta de cubitos de hielo. Cada jugada implicaba un manotazo, un agarrón, una carga en grado diverso de legalidad (o ausencia de la misma) o una patada. Momento en que el árbitro procedía a tirar una o dos moneditas al cielo, la primera para decidir si pitaba falta y, caso de necesitarla, la segunda para descubrir qué escuadra se debía beneficiar de la misma. Así las cosas, porque el equipo favorito de Han Solo no se amilanó, el partido se convirtió en una sucesión de encontronazos y tarjetas amarillas. Y, aunque se había adelantado en el marcador, All Blues acabó encajando tres goles seguidos a raíz de otras tres faltas en la frontal del área: una barrera que se abre, un lanzamiento imparable y un despiste defensivo. No se jugó mal, pero dos tantos a favor en dos partidos representan un bagaje entre suicida y lamentable (problema de todos, ya que los defensas chutaron anoche bastante más que los delanteros).

El hombre:
Roger "digno hermano de mi hermano" Urpí, inconmensurable en la anticipación, el rechace aéreo y el cierre.

La frase:
"..." - Milo "émulo de Marcel Marceau" Krmpotic' a la hora de encontrar explicaciones a la debacle sufrida por este siete al que le han hecho un ídem en todos y cada uno de los tres últimos encuentros.

No hay comentarios: